¿Quién es Laura Ferreiro Galan?

Erase una vez una niña nacida  en Lugo como la pequeña de tres hermanos. Pero mi infancia estuvo lejos de ser un cuento de hadas. Desde temprana edad, el eco de los gritos y las palizas resonaba en nuestro hogar, marcando mi memoria con cicatrices invisibles. Mis padres, en una relación tumultuosa, se separaron cuando apenas tenía 12 años, aunque el verdadero peso de esa separación sólo lo comprendí décadas después. Mis recuerdos se difuminan en un mar de conflictos, mientras mi madre, luchando contra sus propios demonios, descargaba su furia en nosotros, sus hijos.

Mi adolescencia fue un torbellino de dolor y desesperación. Con un hermano sumergido en las sombras de las drogas, me convertí en su blanco fácil, una diana para su ira y sufrimiento. La convivencia se volvió insoportable, y a los 17 años, decidí marcharme de casa, huyendo de un entorno tóxico que amenazaba con devorarme entera.

Desde el momento en que tomé la decisión de marcharme de casa a los 17 años, mi vida se convirtió en un torbellino de desafíos y aprendizajes. En esos años tumultuosos, me sumergí en el mundo del trabajo, desempeñando diversos roles para sobrevivir. Desde camarera hasta dependienta en supermercados, cada trabajo era un eslabón en la cadena de mi supervivencia.

A medida que luchaba por encontrar mi lugar en el mundo laboral, también luchaba por encontrar mi lugar en el amor. Mis relaciones de pareja nunca lograron florecer, ahogadas por mi propia autoexigencia y dependencia emocional. Herida por un pasado turbulento, me aferraba a la idea de que solo merecía amor si cumplía con estándares imposibles.

El paso de los años solo intensificó mi dolor interno, alimentando mi rabia y desesperación. Atrapada en un ciclo de autoaflicción, me convertí en mi peor enemiga, condenándome a una existencia marcada por el sufrimiento. Mis vínculos con los demás eran frágiles y tóxicos, reflejo de la herida que llevaba dentro.

En 2015 llegó un giro inesperado cuando mi hermano del medio murió de sobredosis, dejando tras de sí una niña pequeña ( mi única sobrina) y una herida aún más profunda en mi alma. En medio del duelo y la pérdida, y  de esta tormenta emocional,  llega la enfermedad de mi padre,  3 años de Cáncer, los cuales fueron los más duros de mi vida ver como se apagaba poco a poco,  pero su partida me regaló algo inesperado: la oportunidad de despedirme y reconciliarme con un pasado marcado por el dolor y la ausencia con mi progenitor. La muerte te enseña a vivir.

Después de 1 año de la muerte de mi padre, aún  atrapada en una espiral de depresión y desesperación, encontré una luz en el horizonte: el camino del autoconocimiento y la sanación personal. Me sumergí en el estudio y la exploración, buscando respuestas donde antes solo había oscuridad. Con cada libro devorado, cada maestro encontrado, me acercaba un poco más a la comprensión de mi propia existencia.

Fue entonces cuando la Respiración entró en mi vida como una brisa fresca en medio del desierto. A través de la práctica de la Respiración Consciente Continua, encontré el camino hacia la integración y la sanación profunda. Mis estudios con mentores como Jesús Honrubia, Sergio Fernández y Jonathan Pérez me guiaron hacia el perdón y la aceptación, liberándome del peso del pasado y abriéndome a un futuro lleno de posibilidades.

Hoy, con casi dos años dedicada plenamente a compartir mi experiencia y conocimiento, me siento en deuda con aquellos que, como yo, buscan sanar sus heridas y encontrar la paz interior. Como Facilitadora de Respiración Consciente Continua, mi misión es acompañar a otros en su viaje de transformación y crecimiento, ofreciendo herramientas para sanar y vivir la vida que te mereces.

Mi historia es un recordatorio de que incluso en los momentos más oscuros, la luz puede encontrar su camino hacia nosotros. Y si me permites, estaré encantada de caminar contigo en tu propia búsqueda de sanación y plenitud. Juntos, podemos transformar el dolor en fortaleza y abrir la puerta a un futuro lleno de posibilidades.

Lector Voraz en menos de 1 año me leí más de 170 libros.

Master de Desarrollo Personal de Sergio Fernández (Instituto Pensamiento Positivo).

Técnicas de PNL, Intervención Estratégica, Psicoterapia.

Método Aura de Jonathan Pérez (Metodologías y ventas).

Nueva identidad de Luna Roca (Sanación de las 5 heridas de la Infancia)

Vivir sin culpa de Laureano Pérez y Sergio Fernández.

Código de la Co-creación de Nacho Muñoz.

Master de Respiración Consciente Continua de Nacho Muñoz y Sara Duarte.